El uso del EEG para el diagnóstico y tratamiento del TDAH
El trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) es una afección psiquiátrica caracterizada por patrones persistentes de falta de atención, impulsividad e hiperactividad (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades [CDC], 2024). A pesar de su prevalencia, los mecanismos neurobiológicos precisos que subyacen al TDAH siguen sin comprenderse completamente. Sin embargo, se han logrado avances sustanciales y los investigadores continúan explorando metodologías avanzadas para mejorar la precisión del diagnóstico y la eficacia del tratamiento.
Este artículo analiza las estrategias de tratamiento convencionales actuales para el TDAH y examina enfoques innovadores que emplean herramientas neurotecnológicas como neurofeedback, neuroimagen y técnicas de neuromodulación personalizadas.
¿Qué es el TDAH?
El TDAH es un trastorno del neurodesarrollo que suele surgir en la infancia, caracterizado por diversas manifestaciones clínicas. Los síntomas suelen aparecer antes de los 12 años y consisten principalmente en dificultades de atención (falta de atención), niveles de actividad elevados (hiperactividad) y dificultades para controlar los impulsos (impulsividad). Los niños y adolescentes con TDAH a menudo exhiben comportamientos que incluyen distracciones frecuentes, dificultad para prestar atención o seguir instrucciones, y olvidar constantemente las tareas diarias, como cepillarse los dientes o vestirse (Servicio Nacional de Salud [NHS], 2025).
El TDAH se reconoce como una condición multifactorial influenciada por predisposiciones genéticas y diversos factores ambientales. Entre los factores ambientales modificables significativos se encuentran la exposición prenatal al tabaco y las experiencias de maltrato infantil (Rattay y Robinson, 2024). Otros factores de riesgo asociados son el parto prematuro, las lesiones cerebrales y el bajo peso al nacer. Aunque el TDAH se percibe comúnmente como un trastorno infantil, con frecuencia persiste en la edad adulta, a menudo permanece sin diagnosticar y afecta sustancialmente a la calidad de vida y al funcionamiento diario de los adultos afectados (Prakash et al., 2021).
Los médicos que diagnostican el TDAH suelen clasificar la afección en uno de tres tipos:
- Tipo con predominio de falta de atención: los síntomas se centran en problemas relacionados con la atención (p. ej., incapacidad para concentrarse en la escuela o el trabajo, dificultad para organizar tareas, olvido).
- Tipo con predominio de hiperactividad/impulsividad: Este subtipo es menos común. Las personas afectadas muestran síntomas de impulsividad e hiperactividad sin dificultades significativas para mantener la atención (p. ej., inquietud excesiva, hablar en momentos inapropiados, incapacidad para quedarse quieto).
- Tipo combinado: Una combinación de los anteriores. Este es el subtipo que se diagnostica con mayor frecuencia. Los niños con TDAH de tipo combinado exhiben una impulsividad e hiperactividad significativas, junto con dificultades notables para mantener la atención y una alta susceptibilidad a las distracciones.
[IMAGEN 1. Fuente: Atrium Health.]
Para diagnosticar y categorizar el TDAH, un médico generalmente realiza una entrevista estructurada con el paciente o con los padres del paciente. El clínico determina si el paciente cumple con los criterios diagnósticos durante esta conversación. Dichas entrevistas pueden ser realizadas por un psicólogo, psiquiatra, neurólogo o médico de atención primaria. Si bien estas evaluaciones siguen siendo el estándar, algunos médicos están explorando la neurotecnología para complementar las técnicas de diagnóstico tradicionales.
¿Qué es un electroencefalograma?
Un electroencefalograma (EEG) es un método no invasivo para medir la actividad eléctrica en el cerebro. Inventado por primera vez en 1929, los EEG vienen en varias formas y se utilizan para diversos propósitos, incluidas pruebas de diagnóstico, investigación científica, mapeo cerebral y aplicaciones de consumo.
Los registros de EEG consisten en una serie de líneas onduladas que representan fluctuaciones de voltaje en diferentes grupos de neuronas. Comúnmente conocidos como "ondas cerebrales", estos patrones se miden en hercios (Hz), correspondientes a ciclos por segundo, y se clasifican en función de rangos de frecuencia. Las clasificaciones de ondas cerebrales incluyen ondas delta (0,5-4 Hz), ondas theta (4-8 Hz), ondas alfa (8-12 Hz), ondas beta (12-35 Hz) y ondas gamma (32-100 Hz) (Abhang et al., 2016).
Debido a su capacidad para registrar la actividad cerebral en tiempo real, el EEG es valioso para diagnosticar diversas afecciones neurológicas, como la epilepsia y los trastornos del sueño, y para detectar tumores cerebrales (Bushara et al., 2023; Damji et al., 2025). Más allá de estas aplicaciones establecidas, la investigación en curso está explorando el potencial del EEG para mejorar el proceso de diagnóstico de los trastornos psiquiátricos, incluido el TDAH.
El uso del EEG para el diagnóstico del TDAH
Debido a que las entrevistas clínicas son inherentemente subjetivas, los médicos e investigadores han buscado durante mucho tiempo métodos objetivos para respaldar el diagnóstico del TDAH. El EEG ofrece una solución prometedora, ya que es relativamente asequible, rápido y no invasivo.
Aunque el uso de las pruebas de EEG para el diagnóstico del TDAH sigue siendo controvertido, la investigación actual destaca la relación theta/beta (TBR) como un indicador potencial de dificultades atencionales. Las personas con TDAH tienden a tener valores elevados de TBR. Estos valores pueden reflejar un deterioro de la capacidad de respuesta cortical durante tareas que requieren esfuerzo mental o una regulación atencional voluntaria comprometida. Los estudios conductuales respaldan esta asociación, mostrando una correlación positiva entre la TBR frontal y los síntomas de falta de atención (Zhang et al., 2019). El Neuropsychiatric Electroencefalograma Based: ADHD Assessment Aid (NEBA) es el primer dispositivo de prescripción aprobado por la FDA para ayudar a diagnosticar el TDAH (Stein et al., 2016). Sin embargo, muchos expertos cuestionan la exactitud de las evaluaciones de la NEBA, y la mayoría está de acuerdo en que el EEG por sí solo no puede diagnosticar definitivamente el TDAH.
Históricamente, la investigación de TBR se ha centrado en el TDAH infantil. En un metaanálisis reciente de 21 estudios que examinaron los patrones de EEG en adultos con TDAH, los investigadores encontraron diferencias inconsistentes en la actividad de las ondas theta y alfa, y no hubo diferencias significativas en la TBR (Adamou et al., 2020).
Mientras que herramientas como NEBA evalúan la función cerebral general, otras técnicas evalúan la respuesta del cerebro a tareas específicas. Estudios recientes han demostrado que las personas con TDAH exhiben distintos patrones de potencial relacionado con eventos (ERP) durante las tareas cognitivas, particularmente amplitudes P300 reducidas. Estas reducciones reflejan déficits en la regulación de la atención y el control inhibitorio. Por lo tanto, los ERP pueden ayudar a identificar y diferenciar la disfunción ejecutiva en el TDAH (Tan et al., 2025). Un metaanálisis de los datos de ERP a lo largo de la vida indica que tales anomalías persisten desde la infancia hasta la edad adulta, lo que enfatiza la necesidad de considerar los factores de desarrollo en la evaluación del TDAH basada en ERP (Kaiser et al., 2020).
En general, aunque el uso diagnóstico del EEG en el TDAH sigue siendo objeto de debate, existe un fuerte y creciente interés en el desarrollo de herramientas objetivas para mejorar la precisión diagnóstica.
Tratamiento del TDAH
El tratamiento estándar para el TDAH incluye asesoramiento y terapia conductual, a menudo combinados con medicamentos. Los médicos suelen recetar estimulantes, como anfetaminas (por ejemplo, Adderall) o metilfenidatos (por ejemplo, Concerta, Ritalin). Al igual que todos los medicamentos recetados, estos medicamentos conllevan posibles efectos secundarios, incluidos síntomas psiquiátricos y problemas cardiovasculares. En consecuencia, algunos pacientes dudan en seguir la farmacoterapia.
El asesoramiento, ya sea solo o combinado con medicamentos, puede tomar varias formas. Los niños con TDAH pueden beneficiarse de la capacitación conductual en casa, y los maestros pueden adaptar los métodos de instrucción para apoyar a los estudiantes afectados.
Intervenciones basadas en la tecnología
Además de los enfoques tradicionales, un número creciente de soluciones tecnológicas se enfocan en el manejo del TDAH:
- Juegos de ordenador: Los videojuegos y el entrenamiento cognitivo computarizado (CCT, por sus siglas en inglés) pueden ayudar a mejorar la atención y la función ejecutiva. EndeavorRx, aprobado por la FDA, ha demostrado mejoras en niños con TDAH y efectos secundarios mínimos (Kollins et al., 2021). Estudios preliminares sugieren que MOON puede mejorar la regulación emocional y la función cognitiva (Martín-Moratinos et al., 2025). Las herramientas de entrenamiento cerebral como Lumosity tienen como objetivo mejorar la memoria de trabajo, pero a menudo los beneficios están limitados a las tareas entrenadas. Los juegos móviles se muestran prometedores como complementos atractivos de la terapia tradicional (Luo et al., 2024).
- Entrenamiento cognitivo: Programas como Lumosity se utilizan como terapia de estimulación cognitiva. Los análisis sugieren avances modestos en la memoria de trabajo y la función ejecutiva, pero la generalización de estos beneficios a los síntomas centrales del TDAH sigue siendo limitada, lo que pone de manifiesto la necesidad de seguir investigando (Al-Saad et al., 2021).
- Neurofeedback: Basándose en la hipótesis del TBR, el neurofeedback entrena a las personas para regular la actividad de las ondas cerebrales aumentando las ondas beta y reduciendo las ondas theta (Enriquez-Geppert et al., 2019). Los pacientes que se someten a terapia de neurofeedback usan dispositivos de EEG mientras realizan tareas específicas, ya sea en una computadora o frente a ella. Cuando el cerebro produce el patrón objetivo, como el aumento de las ondas beta o la reducción de las ondas theta, el sistema proporciona retroalimentación en tiempo real, a menudo a través de señales auditivas o visuales (por ejemplo, un cambio musical o una animación en la pantalla). Esta retroalimentación actúa como una recompensa, reforzando la actividad cerebral deseada. El objetivo final es que el cerebro interiorice estos patrones y los reproduzca de forma independiente, promoviendo una mejor regulación cognitiva y conductual.
Neurofeedback con gorro textil-EEG: Bitbrain Ikon.
Neurofeedback con dispositivo de EEG con sensores de agua, apto para la población pediátrica.
El neurofeedback no se limita a modular la relación theta/beta (TBR); se puede personalizar para reforzar varios patrones de actividad cerebral en función de los síntomas y los objetivos terapéuticos del individuo. Esta flexibilidad permite que el enfoque se aplique a diferentes perfiles de TDAH y, potencialmente, a otras afecciones psiquiátricas o del desarrollo neurológico.
En un estudio exploratorio se demostró que nuestro neurofeedback basado en BCI para la mejora cognitiva, Elevvo Medical, mejora el rendimiento cognitivo en niños con TDAH.
¿Cómo funciona el neurofeedback?
- Paso 1: Configuración del EEG. El paciente lleva un dispositivo de electroencefalograma que registra la actividad cerebral en tiempo real.
- Paso 2: Inicio de la tarea cognitiva. El paciente realiza tareas informáticas diseñadas para estimular funciones cognitivas específicas.
- Paso 3: Detección de patrones. El sistema de EEG monitorea la actividad cerebral para detectar el patrón objetivo (por ejemplo, aumento de las ondas beta).
- Paso 4: Retroalimentación inmediata. Cuando se detecta el patrón deseado, el sistema proporciona retroalimentación audiovisual (por ejemplo, un cambio en la música o un efecto visual).
- Paso 5: Repetición y aprendizaje. A través de sesiones repetidas, el cerebro aprende a generar los patrones deseados de forma autónoma.
Este enfoque adaptable permite un tratamiento personalizado más allá del modelo tradicional de TBR, abordando síntomas específicos en función del perfil único de cada paciente.
- Rehabilitación cognitiva: La rehabilitación cognitiva, basada en la neurotecnología de la interfaz cerebro-computadora (BCI), puede apoyar otras afecciones psiquiátricas o psicológicas además del TDAH, como los trastornos del aprendizaje o la depresión.
Conclusiones
El TDAH presenta desafíos complejos que afectan diversos aspectos de la vida diaria y, a menudo, se acompaña de afecciones de salud mental como ansiedad y depresión. Los adultos con TDAH tienen tres veces más probabilidades de desarrollar depresión mayor y cuatro veces más probabilidades de experimentar un trastorno de ansiedad generalizada en comparación con aquellos sin TDAH (Katzman et al., 2017).
Como resultado, los investigadores están investigando activamente nuevos tratamientos y estrategias de combinación para mejorar el manejo del TDAH. El EEG y las neurotecnologías relacionadas representan herramientas complementarias prometedoras, aunque se necesita una mayor validación y estandarización para garantizar su utilidad clínica.
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¿Qué es el TDAH?
El TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad) es un trastorno del neurodesarrollo caracterizado por patrones persistentes de falta de atención, impulsividad y/o hiperactividad. Por lo general, comienza en la infancia y puede persistir hasta la edad adulta, afectando el funcionamiento diario en la escuela, el trabajo y los entornos sociales.
¿Cómo se diagnostica el TDAH?
El diagnóstico del TDAH generalmente se basa en entrevistas clínicas y evaluaciones conductuales. Un médico, a menudo un psiquiatra, psicólogo o neurólogo, hace preguntas estructuradas al paciente o a sus cuidadores para determinar si los síntomas cumplen con los criterios de diagnóstico. El trastorno suele clasificarse en:
- Tipo con predominio de falta de atención
- Tipo con predominio de hiperactividad/impulsividad
- Tipo combinado
¿Qué es el EEG y por qué se utiliza en el TDAH?
El electroencefalograma (EEG) es un método no invasivo para registrar la actividad eléctrica en el cerebro. Captura patrones de ondas cerebrales (delta, theta, alfa, beta y gamma) que pueden variar en las personas con TDAH. Los investigadores están explorando el EEG como una herramienta de diagnóstico complementaria debido a su visión objetiva y en tiempo real de la actividad cerebral.
¿Qué es la relación theta/beta (TBR) y su relevancia en el TDAH?
En el TDAH, las personas a menudo exhiben una proporción theta/beta más alta, lo que refleja una actividad excesiva de onda lenta (theta) y una actividad reducida de onda rápida (beta). Esto puede indicar un control atencional deficiente o un esfuerzo cognitivo deteriorado. La TBR elevada se ha relacionado con la falta de atención y es un foco en la investigación diagnóstica basada en EEG (Zhang et al., 2019).
¿Qué es el neurofeedback y cómo funciona?
El neurofeedback es una técnica terapéutica basada en el EEG. Entrena a las personas para regular su actividad cerebral proporcionando retroalimentación en tiempo real (por ejemplo, señales visuales o auditivas) cuando se logran los patrones de ondas cerebrales deseados, como la reducción de theta o el aumento de beta. Esto puede ayudar al cerebro a "aprender" a funcionar de manera más eficiente con el tiempo (Enríquez-Geppert, 2019).
Sobre el autor
Dra. Caitlin Shure, PhD
Caitlin Shure es una académica y escritora que explora la intersección de la neurociencia, la tecnología y la sociedad. Su investigación investiga las implicaciones culturales y éticas de la neurotecnología moderna, así como la procedencia histórica de estas herramientas. Con sede en la ciudad de Nueva York, Caitlin escribe sobre interfaces cerebro-computadora, neuroética y otros campos relacionados con el cerebro.
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Referencias
- Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. (2024) Sobre el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH). Disponible en: https://www.cdc.gov/adhd/about/?CDC_AAref_Val=
Consultado el 23 de octubre de 2024
- Servicios Nacionales de Salud (NHS), Reino Unido. TDAH en niños y jóvenes. Disponible en: https://www.nhs.uk/conditions/adhd-children-teenagers/ Consultado el 19 de marzo de 2025.
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