Qué es el entrenamiento cognitivo y cómo aplicarlo en adultos
Para los adultos mayores de 40 años la situación laboral puede ser muy complicada. Por un lado está la brecha digital, originada por un desconocimiento de las nuevas tecnologías y su aplicación en el trabajo. Por otro la brecha cognitiva, originada por el hecho de que a partir de los 40 años empieza el declive cognitivo y va aumentando conforme el envejecimiento normal. El entrenamiento cognitivo se basa en programas para mantener y mejorar funciones ejecutivas clave como la atención, memoria o la velocidad de procesamiento. ¿Cómo aplicarlo para facilitar el mantenimiento de las competencias necesarias para seguir haciendo frente a las demandas del mercado laboral?
Brecha digital y envejecimiento poblacional, grandes retos del mercado laboral
Según este informe del Instituto Nacional de Estadística, si se mantienen las tendencias demográficas actuales, la población española va a seguir envejeciendo en los próximos años. El porcentaje de población de 65 años o más, que actualmente se sitúa en el 18,7% del total de la población, pasaría a ser del 25,6% en 2031 y del 34,6% en 2066.
Es más, la tasa de dependencia (el cociente en tanto por ciento entre la población menor de 16 años y mayor de 64 y la población de 16 a 64 años) se elevaría desde el 53,5% actual hasta el 62,2% en 2031, alcanzando el 87,7% en 2066. Esta situación no sólo se da en España: la pirámide poblacional invertida es uno de los grandes retos sociales a los que se enfrentan los países desarrollados.
Todos los países europeos han implementado políticas para retrasar la edad de jubilación, la mayoría apostando por una jubilación a los 67 años. Sin embargo, el Banco Central Europeo apunta a que es posible que se tenga que seguir retrasando más.
La brecha digital y cognitiva en los trabajadores mayores de 40 años
La transformación digital que está viviendo nuestra sociedad hace que se prevea un cambio profundo en el mercado laboral. Los expertos en recursos humanos indican que en los próximos años se puede ver destruido más del 50% de las profesiones como las conocemos hoy en día. La inteligencia artificial permitirá que las máquinas realicen muchas de las tareas repetitivas de los empleos actuales (sigue este enlace para leer sobre inteligencia artificial y emociones), y sólo sobrevivirán aquellos empleos que impliquen tareas complejas que requieran capacidades cognitivas elevadas, e inteligencia emocional y creativa (ver informe OIT).
Para los mayores de 40 años la situación puede ser muy complicada, por un lado debido a la brecha digital, y por otro lado debido a la denominada brecha cognitiva: a partir de los 40 años empieza el declive cognitivo y con 65 años entre un 5-20% de la población padece un deterioro cognitivo. Este deterioro supone una pérdida de memoria y atención entre otras capacidades, las cuales afectan directamente a la calidad de vida y en particular, a la productividad laboral.
¿Qué es entrenamiento cognitivo? Actividad clave para afrontar todos estos retos
A día de hoy no se conocen formas para curar el deterioro cognitivo leve, y todos los esfuerzos se centran en retrasar o ralentizar al máximo ese deterioro. Aspectos clave para combatirlo son mantener el nivel educativo alcanzado, realizar ejercicio físico de forma regular, una alimentación equilibrada y un entrenamiento cognitivo efectivo.
Pero, ¿qué es el entrenamiento cognitivo? El entrenamiento cognitivo o “cognitive training” es una actividad encuadrada dentro de la estimulación cognitiva, y que se refiere al entrenamiento de las capacidades o habilidades cognitivas, definidas como un conjunto de procesos cognitivos que tienen como objetivo general el procesamiento de la información que recibimos en nuestro cerebro. Esta intervención cognitiva es fundamental abordar los déficits cognitivos y para mejorar la reserva cognitiva, y así prevenir el deterioro cognitivo, favoreciendo un envejecimiento saludable.
Algunas de las capacidades cognitivas más afectadas a causa del envejecimiento:
a) Memoria: registra, almacena y elicita las distintas experiencias ya sean ideas, imágenes, acontecimientos, etc.
b) Velocidad de procesamiento: capacidad que establece la relación entre la ejecución cognitiva y el tiempo invertido. Permite procesar información de forma rápida y automática.
c) Control ejecutivo: capacidad de integrar, organizar y coordinar otras capacidades cognitivas.
d) Orientación: capacidad de ser consciente de uno mismo y del contexto en que nos encontramos, es decir, ser conscientes a nivel personal, tiempo y lugar.
Un buen entrenamiento de estas capacidades cognitivas puede facilitar el mantenimiento a nivel cognitivo de las competencias necesarias para seguir haciendo frente a las demandas del mercado laboral, que el retraso de la jubilación obliga a cumplir a muchos trabajadores en España y otros países.
Técnicas y programas de entrenamiento cognitivo para adultos
Aunque parezca paradójico, es gracias a las Tecnologías de la Información y Comunicación donde los avances están facilitando el acceso de un mayor número de personas a programas de entrenamiento cognitivo (actividades de estimulación cognitiva). Pero no debemos relacionar entrenamiento cognitivo necesariamente con deterioro o declive de las capacidades. Cada vez más gente cuida su salud, tanto física como mental, y busca formas de mantenerse activo, realizando ejercicios mentales para adultos y otras actividades que trabajen las diferentes funciones cognitivas para mantener su capacidad de organización y planificación, resolución de problemas y la agilidad mental en general.
Esto es algo que también deberían tener en cuenta las empresas de cara a aumentar el rendimiento laboral y reducir las bajas laborales producidas, en muchos casos, por la sobrecarga cognitiva que muchos puestos de trabajo demandan. Esta sobrecarga cada vez más irán haciendo mella en las personas mayores que continúan en el mercado laboral fruto del retraso de la edad de jubilación.
Una de las formas más populares para estimular el cerebro son los conocidos como juegos de “entrenamiento cerebral” (o brain training), compuestos por una variedad de juegos para ayudar a mejorar la memoria, acertijos, problemas de lógica, sudokus, cálculo mental, etc. Estas tecnologías están disponibles para móviles, ordenadores y tablets por lo que permiten su utilización prácticamente por cualquier persona y en cualquier lugar y momento. A menudo ofrecen la posibilidad de regular el nivel de dificultad y ajustarlo a las capacidades de cada uno de forma general, algo que es clave para las personas mayores. Aunque son ampliamente utilizados como estrategias para entrenar el cerebro, hay un controvertido debate sobre la transferencia de los aprendizajes a tareas cognitivamente cercanas y a actividades de la vida diaria.
Una nueva pero prometedora tecnología es la estimulación transcraneal de corriente continua (tDCS). Actualmente sólo es administrada por profesionales, dado que está basada en aplicar corrientes de baja intensidad directamente al cerebro. Aunque se ha demostrado que con un correcto uso se puede mejorar la capacidad de aprendizaje de tareas complejas como aprender a pilotar un avión (ver publicación en Frontiers in Behavioral Neuroscience), recientemente se cuestionan las mejoras sobre las capacidades cognitivas (ver publicación en Brain Stimulation). Actualmente se están realizando muchos estudios para entender mejor esta reciente y controvertida técnica.
Finalmente, están surgiendo avances tecnológicos para el entrenamiento cognitivo que surgen de otras disciplinas como la neurotecnología o las interfaces cerebro computador (puedes consultar aquí la neurotecnología de estimulación cognitiva desarrollada por la empresa de neurotecnología Bitbrain). En estas disciplinas, han surgido nuevas tecnologías de medición de la actividad cerebral y modernos procedimientos de neurofeedback basados en avanzados equipos de EEG, los cuales permiten individualizar las intervenciones a nivel de capacidad cerebral. El gran avance es que por medio de mecanismos de plasticidad cerebral son capaces de conseguir cambios cerebrales medibles que llevan asociados mejoras en capacidades cognitivas como la atención sostenida, la memoria de trabajo y la velocidad de procesamiento (ver publicación en Frontiers in Behavioral Neuroscience). Estas prometedoras tecnologías, además de proporcionar evidencia de cambios cerebrales, proporcionan evaluaciones cognitivas para medir el efecto de estos cambios en las capacidades cognitivas. Aunque se han realizado estudios científicos con resultados satisfactorios en población sana para mejora del rendimiento cognitivo, y en población clínica para el abordaje del deterioro cognitivo, actualmente se siguen realizando estudios de validación de esta tecnología.
En el siguiente vídeo, el Doctor Javier Minguez explica la base científica y neurobiológica de esta técnica de rehabilitación cognitiva, pero aplicada a demencia:
En definitiva, la brecha digital que se establece ante las nuevas tecnologías y el retraso en la edad de jubilación, hace que entrenar y mantener nuestras capacidades cognitivas sea más necesario que nunca con el fin de obtener un alto rendimiento cognitivo y desempeño laboral. Pero estas capacidades no deberían trabajarse sólo como excusa a estos cambios, sino como parte de nuestro día a día, independientemente de que se presente deterioro cognitivo o no, ya que la prevención del declive y la potenciación de las funciones cognitivas son clave para el bienestar personal, algo que toma más relevancia conforme se va avanzando en edad hacia adultos mayores.
El equipo de Bitbrain.
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