La estimulación cognitiva en adultos, mayores y ancianos
Las capacidades cognitivas, como la atención, la memoria o la concentración entre otras, van desarrollándose desde que nacemos hasta la edad adulta, período en el que se mantienen hasta llegar a los 45-50 años. Es en este momento cuando comienza a producirse un declive cognitivo que se irá haciendo más evidente conforme se avanza hacia la tercera edad.
Sin embargo, existen varias formas de estimulación cognitiva para prevenir los signos de la edad y desarrollar un envejecimiento activo y saludable, ¿las conoces?
Estimulación cognitiva en adultos para un envejecimiento saludable
La vida empieza incluso antes de nacer en la etapa prenatal y, posteriormente, evolucionamos a la etapa de la primera infancia donde tienen lugar los aprendizajes más esenciales. Pasamos a la niñez donde las distintas capacidades y habilidades cognitivas comienzan a tener un papel importante para consolidarse en la adolescencia y la juventud. Durante la edad adulta, estas capacidades se mantienen hasta que llega un momento, alrededor de los 45-50 años, en el que comienza a producirse un declive cognitivo que se hace más evidente en la tercera edad. Es fundamental trabajar determinadas funciones ejecutivas y capacidades cognitivas con estimulación cognitiva mantener un buen rendimiento a lo largo de todas las etapas de la vida es, por tanto, fundamental.
Para potenciar el funcionamiento cognitivo y promover un envejecimiento activo y saludable es importante conocer los aspectos que se encuentran relacionados con el declive cognitivo en adultos y mayores, así como las estrategias de estimulación cognitiva existentes.
El declive cognitivo debido al envejecimiento
Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), de los 35 países miembros, España es el segundo país, por detrás de Japón, con mayor esperanza de vida, con una media de 83 años. Desde 1970, esta cifra ha ido aumentando desde los 70 hasta los 83 años en los que se sitúa actualmente. Si diferenciamos entre hombres y mujeres, estas últimas viven hasta cinco años más. Además, según la Organización Mundial de la salud (OMS) entre 2015 y 2050, el porcentaje de las personas mayores de 60 años casi se duplicará, pasando del 12% al 22%.
El envejecimiento de la población hace más visible el progresivo declive cognitivo que se produce con el paso de los años. Por esta razón, el poner en marcha diferentes formas de estimulación cognitiva puede ayudar a prevenir el desarrollo de patologías más graves, como por ejemplo la demencia (amplia información sobre demencia y su rehabilitación cognitiva). Conviene no olvidar también el declive que se produce a nivel físico que se podría afrontar con la práctica de ejercicio físico de forma regular.
¿Qué es el envejecimiento?
El envejecimiento se caracteriza por ser un proceso dinámico e inevitable en el que tienen lugar una serie de cambios tanto físicos como psicológicos y sociales. Sin embargo, y a pesar de ser una etapa del ciclo vital, no se produce al mismo tiempo ni se manifiesta de la misma manera en todas las personas. Hay que saber que en el envejecimiento no solo se producen déficits y pérdidas de las capacidades, también existen funciones que se mantienen e incluso otras que pueden llegar a mejorar. Existen diferentes factores que ejercen influencia en este proceso dando lugar a tres posibles tipos de envejecimiento: envejecimiento normal, patológico y óptimo.
¿Cuáles son las diferencias entre envejecimiento normal, patológico y óptimo?
El envejecimiento normal tiene lugar por el paso de los años, existiendo diferencias entre unas personas y otras en este proceso. Se producen cambios graduales tanto a nivel biológico como psicológico y social. De forma general, durante el envejecimiento normal se producen algunos cambios como fallos de memoria, cambios físicos como la aparición de arrugas, algunos cambios sensoriales como pérdida auditiva, etc.
El envejecimiento patológico, por otro lado, se caracteriza por los cambios que se producen como consecuencia de determinadas enfermedades como la enfermedad de Parkinson o la diabetes, entre otras, o por los hábitos de vida inadecuados como el abuso de alcohol entre otras causas y que, por tanto, se clasifican fuera de lo que cabría esperar para el envejecimiento normal. Algunas de las posibles causas de este tipo de envejecimiento son reversibles y sus efectos pueden ser mitigados.
Por último, el envejecimiento óptimo se entiende como aquel que tiene lugar en las mejores condiciones posibles tanto físicas como psicológicas y sociales. Se trata de un tipo de envejecimiento que cursa con mínimas pérdidas de las capacidades así como una mínima probabilidad de desarrollar patologías. Es importante que las personas mayores cuiden su salud tanto física como mental realizando ejercicio físico de forma regular, con una alimentación equilibrada, respetando las horas de sueño, entrenando el cerebro mediante ejercicios cognitivos, o entrenamiento cognitivo, etc. De esta forma se consigue mantener su autonomía y autoestima y las relaciones interpersonales positivas mejorando su bienestar y calidad de vida.
Dado que el envejecimiento no se produce de la misma forma en todas las personas ni al mismo tiempo, es importante que, ya desde adultos e incluso antes, las personas promuevan un envejecimiento activo, fomentando los hábitos de vida saludables y entrenando las capacidades cognitivas, siempre para evitar un envejecimiento patológico o el desarrollo de una demencia.
¿Qué es el deterioro cognitivo leve (DCL)?
Muchas veces es difícil diferenciar los distintos tipos de envejecimiento entre sí o con otras patologías en las que el deterioro de la memoria es uno de los síntomas principales. Como paso intermedio entre el envejecimiento y la demencia se ha definido el deterioro cognitivo leve (DCL). Las personas con deterioro cognitivo leve manifiestan alteraciones de memoria más graves de lo que cabría esperar para su edad, pero siguen manteniendo un nivel funcional adecuado y no cumplen los criterios requeridos para el diagnóstico de algunos de los tipos de demencia.
Es importante trabajar con estas personas, muchas de ellas todavía en edad adulta, las funciones ejecutivas y capacidades cognitivas que empiezan a entrar en proceso de deterioro y a verse afectadas, evitando de este modo el progreso hacia una demencia. A nivel emocional, cuanto más se manifiesta este deterioro, mayor es el malestar que experimentan las personas.
¿Qué síntomas tiene el envejecimiento?
Las personas, por lo general, somos capaces de identificar algunos de los síntomas que tienen lugar durante el envejecimiento. Entre estos síntomas generales se encuentran la pérdida auditiva y de agudeza visual, dolores articulares, trastornos del sueño, pérdida de memoria o alteraciones emocionales, entre otros. Si nos centramos en los síntomas cognitivos podemos destacar:
- Pérdida de memoria con olvidos frecuentes.
- Dificultades de atención y concentración y pérdida de interés.
- Dificultades en las funciones ejecutivas, como por ejemplo en la planificación y toma de decisiones.
- Dificultades para encontrar la palabra adecuada en un momento dado y teniendo en cuenta el contexto.
- Mayor lentitud en la ejecución de tareas y en la resolución de problemas.
En cuanto al afecto, los adultos y las personas mayores tienden a manifestar, en mayor o menor medida, síntomas de ansiedad y depresión. Los adultos suelen estar sometidos a situaciones de estrés que terminan sobrepasando los recursos cognitivos que tienen para afrontarlas, dando como resultado síntomas de ansiedad. Por otro lado, las personas mayores y ancianas empiezan a ser conscientes de los déficits y declives que empiezan a sufrir produciéndose, entre otros, frustración y síntomas depresivos y reduciendo el bienestar personal.
Sin embargo, todos ellos pueden valerse de diferentes formas de estimulación cognitiva para intentar revertir estas situaciones y evitar el empeoramiento de los síntomas cognitivos. Además, existen una serie de factores que influyen en estos síntomas de envejecimiento y que pueden aumentarse o reducirse. Entre ellos, encontramos algunos como el nivel educativo y cultural de las personas, el contexto social y ambiental, las relaciones interpersonales, el ejercicio físico y la estimulación cognitiva.
¿Cómo hacer frente al declive cognitivo?
Cuando hablamos del declive cognitivo propio de la edad o del envejecimiento, el tratamiento no es propiamente dicho un tratamiento que revierta los procesos propios de esta etapa de la vida, sino que va más orientado a paliar las incipientes alteraciones que se van produciendo. Estas alteraciones se dan, esencialmente, en el funcionamiento de las capacidades mentales y cognitivas siendo las más frecuentes:
- Memoria: registra, almacena y elicita las distintas experiencias, ya sean ideas, imágenes, acontecimientos, etc
- Velocidad de procesamiento: capacidad que establece la relación entre la ejecución cognitiva y el tiempo invertido. Permite procesar información de forma rápida y automática.
- Atención: capacidad de generar, seleccionar, dirigir y mantener un nivel de activación adecuado para procesar la información relevante.
- Percepción: codifica y coordina las diversas sensaciones elementales para darles un significado.
Para prevenir el desarrollo de un envejecimiento patológico u otros trastornos, entre los que se encuentra el deterioro cognitivo leve o la demencia, se debe fomentar un envejecimiento saludable y óptimo mediante diferentes estrategias y ejercicios de estimulación cognitiva.
¿Qué estrategias podemos utilizar para trabajar las capacidades cognitivas?
Para afrontar las alteraciones cognitivas se puede hacer uso de distintos recursos, desde los conocidos como talleres o programas, juegos de brain training hasta avanzadas tecnologías que tienen como objetivo el entrenamiento de determinadas funciones ejecutivas.
Técnicas y programas de estimulación cognitiva
En primer lugar, existen variedad de talleres, estrategias y programas destinados a la estimulación cognitiva de las diferentes capacidades para mantenerlas a un buen nivel y evitar la aparición de alteraciones. Estas estrategias pueden ser utilizadas por todas las personas, ya sean niños, adolescentes, adultos o personas mayores y ancianos, siempre y cuando los ejercicios y actividades se adapten al nivel de desarrollo individual de cada uno y a los intereses propios de cada una de las etapas de la vida.
Por ejemplo, el trabajo con estimulación cognitiva en niños y adolescentes estará más orientado al desarrollo y fortalecimiento de las capacidades cognitivas. Sin embargo, este no será el mismo que el destinado a los adultos y personas mayores en los que se fomentará la estimulación cognitiva para evitar el declive cognitivo. Y lo mismo sucede en el caso de los ancianos que, probablemente, ya sufran algunas alteraciones y pérdidas, por lo que el objetivo del tratamiento será rehabilitar esas capacidades deterioradas.
Actualmente, los juegos de brain training o juegos de “entrenamiento cerebral” o “entrenamiento mental” son una de las formas más conocidas y populares para trabajar y estimular las capacidades cognitivas según los intereses de cada persona. Estas tecnologías, disponibles para móviles, ordenadores y tablets permiten su utilización en prácticamente cualquier lugar y momento. Generalmente, se puede ajustar el nivel de dificultad y complejidad de los diferentes juegos teniendo en cuenta las capacidades cognitivas. De esta forma, ofrecen la posibilidad de ser utilizadas por personas de todas las edades, desde los más pequeños de la casa a personas mayores y ancianos. Aunque estos juegos presentan la limitación de la transferencia de los aprendizajes a tareas cognitivamente cercanas y a tareas de la vida real (ver publicación científica en Nature), hoy en día son ampliamente utilizados como ejercicios de estimulación cognitiva.
Por otro lado, están apareciendo nuevos avances tecnológicos para el entrenamiento de las capacidades cognitivas que surgen de otras disciplinas como la neurotecnología o las interfaces cerebro computador. Elevvo Wellness desarrollado por la empresa de neurotecnología Bitbrain es uno de ellos. Estas disciplinas utilizan procedimiento de neurofeedback moderno basado en avanzados equipos de EEG, permitiendo la individualización de los entrenamientos en función de la actividad cerebral de cada persona para obtener cambios neuroplásticos cuantificables que se relacionen con la mejora de capacidades cognitivas como atención sostenida, memoria de trabajo y velocidad de procesamiento.
Neurotecnología para estimulación cognitiva en adultos, mayores y ancianos
El envejecimiento óptimo puede plantearse como un objetivo a conseguir para los adultos y personas mayores. Se trata de evitar el padecimiento de enfermedades que pueden afectar a la calidad de vida y procurar el mantenimiento de las funciones ejecutivas y capacidades cognitivas, retrasando la aparición del declive y de patologías más graves que puedan comprometer la salud mental de las personas.
Para ello, puede utilizarse Elevvo, un procedimiento de estimulación cognitiva basada en neurotecnología que, validado científicamente, ha mostrado su eficacia en adultos, personas mayores y ancianos. Los estudios realizados con esta tecnología, tanto en población general como con alguna enfermedad como depresión mayor y niños con TDAH, han puesto de manifiesto mejoras de entre un 10% y un 30% en capacidades como la memoria de trabajo, la atención sostenida y la velocidad de procesamiento. Amplia información sobre la estimulación cognitiva en depresión o la estimulación cognitiva para niños con TDAH.
En el siguiente vídeo, el doctor Javier Minguez explica la base científica y neurobiológica de este tratamiento para la rehabilitación cognitiva en adultos mayores y ancianos:
Los programas de intervención cognitiva de Elevvo, administrados por profesionales, ofrecen la posibilidad de realizar una serie de sencillos entrenamientos cognitivos y una evaluación antes y después del entrenamiento. Estas evaluaciones, permiten cuantificar los progresos a nivel cognitivo y los cambios cerebrales, soporte de este progreso. Las sesiones de entrenamiento tienen una duración aproximada de 30 minutos y se recomienda realizarlas con una frecuencia de 2 o 3 sesiones a la semana.
La esperanza de vida se ha incrementado en los últimos años lo que ha producido un envejecimiento importante de la población. Este envejecimiento no se manifiesta de la misma forma y al mismo tiempo en todas las personas y es fundamental mantener una buena salud en general, y una buena actividad cognitiva en particular. Esto facilitará la consecución de un proceso de envejecimiento óptimo que puede fomentarse todavía más trabajando, mediante técnicas como la estimulación cognitiva, las capacidades cognitivas susceptibles de sufrir alteraciones a causa de la edad.
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