Muchas personas acuden de forma rutinaria al gimnasio o salen a correr para cuidar su forma física, pero ¿qué pasa con su salud mental? Cada vez más jóvenes y mayores se preocupan por mantenerse mentalmente activos utilizando algún tipo de estimulación cognitiva para mejorar su atención, concentración o memoria. También se está utilizando la estimulación cognitiva como herramienta de de prevención del declive cognitivo, y cómo rehabilitación cognitiva en enfermedades que cursan con deterioro cognitivo. En esta entrada veremos un resumen de sobre qué es la estimulación cognitiva, dónde y cómo se aplica, qué beneficios tiene y cuáles son las técnicas más habituales.
¿Qué es la estimulación cognitiva?
Cuando uno busca información sobre técnicas de estimulación cognitiva, aparecen conceptos relacionados como entrenamiento cerebral, gimnasio cerebral, mental gym, o rehabilitación cognitiva, entre otros, lo cual genera de entrada una gran confusión. Pero... ¿qué es cada cosa y para qué sirve cada uno?
Empecemos por el principio, la estimulación cognitiva es un conjunto de técnicas y estrategias que tienen como objetivo la mejora del rendimiento y eficacia en el funcionamiento de capacidades cognitivas como la memoria, la atención o la percepción, entre otras. La estimulación cognitiva actúa sobre aquellas capacidades y habilidades que se encuentran todavía preservadas por medio de actividades y programas que promueven su mejora y potenciación por mecanismos de neuroplasticidad cerebral.
Según el tipo de persona al que va dirigido y el objetivo a conseguir con la estimulación cognitiva podemos encuadrar todas las herramientas en dos grandes tipos.
¿Qué es el entrenamiento cognitivo?
El entrenamiento cognitivo es un conjunto de técnicas y actividades que se dirigen a estimular y mantener el funcionamiento cognitivo, o aumentar al máximo el rendimiento cognitivo, siempre actuando sobre aquellas capacidades y habilidades que se encuentran en un nivel todavía normal. En este conjunto se incluyen otros términos más comerciales como gimnasio mental, gimnasio cerebral o mental fitness, entre otros. El ejemplo de usuario más típico sería una persona mayor que tiene un cierto declive cognitivo debido al envejecimiento normal y quiere mantenerse un buen nivel cognitivo; o un estudiante o deportista de élite que desea tener el máximo rendimiento cognitivo en su actividad profesional.
¿Qué es la rehabilitación cognitiva?
La rehabilitación cognitiva engloba aquellas actividades de estimulación cognitiva que tienen como objetivo recuperar la capacidad cognitiva, siempre actuando sobre aquellas capacidades y habilidades que se encuentran en deterioradas debido usualmente a una enfermedad o patología mental. El ejemplo de usuario sería una persona con deterioro cognitivo leve y principio de algún tipo de demencia, o con depresión mayor que cursa con deterioro cognitivo. La rehabilitación cognitiva usualmente se enmarca dentro de la rehabilitación neuropsicológica.
En muchas ocasiones estos tres conceptos (estimulación, entrenamiento o rehabilitación) se utilizan de forma indistinta. Sin embargo la estimulación cognitiva abarca todas las técnicas de forma general. De forma particular, el entrenamiento cognitivo se dirige al fortalecimiento y potenciación de las funciones cognitivas que se mantienen preservadas, y sin embargo, la rehabilitación cognitiva está orientada a la mejora y recuperación de aquellas capacidades que se han visto afectadas y que presentan un declive o un déficit en su funcionamiento. En ambos casos, se considera la neuroplasticidad cerebral como la base biológica de las mejoras.
¿Para qué sirve la estimulación cognitiva?
En el caso de que la persona no presente un deterioro cognitivo asociado a una enfermedad, el objetivo de la estimulación cognitiva (entrenamiento cognitivo) es lograr la estimulación, mejora y funcionamiento óptimo de las capacidades cognitivas importantes para el día a día de las personas. En esta línea se trata de retrasar en la medida de lo posible la aparición de los primeros síntomas de deterioro cognitivo, ayudando a mejorar el bienestar y calidad de vida. La consecución de este objetivo general puede favorecer que se alcancen objetivos más específicos, logrando mejorar el bienestar y autonomía personal, la autoestima y autoeficacia, así como la adquisición de habilidades necesarias para afrontar satisfactoriamente situaciones de estrés y desequilibrio emocional.
En el caso de que la persona presente deterioro cognitivo, el objetivo principal de la estimulación cognitiva (rehabilitación cognitiva) será la recuperación y restablecimiento de las funciones alteradas. De este modo, se procura la ralentización del deterioro consiguiendo una mayor autonomía funcional durante más tiempo. Esto permite posponer la supervisión de los afectados en la realización de las actividades de la vida diaria, una dificultad que acaba manifestándose en estados graves de deterioro cognitivo. Además, este tipo de rehabilitación cognitiva se suele integrar en programas más amplios en los que se aborda también la enfermedad origen del deterioro.
Importante señalar que estimulación cognitiva puede incluirse dentro de las terapias no farmacológicas para múltiples patologías mentales que cursan con deterioro cognitivo. Entre sus ventajas se encuentra la reducción de los efectos secundarios derivados de la medicación, y el fortalecimiento de otras habilidades como las habilidades y relaciones sociales facilitando los contactos interpersonales.
¿Cuál es la base neurobiológica de la estimulación cognitiva?
La estimulación cognitiva tiene una base neurobiológica que sustenta su utilidad como herramienta para mejorar y rehabilitar las distintas capacidades cognitivas. Para comprender estos sustratos neurobiológicos es importante conocer algunos conceptos relacionados. Veamos brevemente los dos más importantes, la neuroplasticidad y la reserva cerebral.
En primer lugar la plasticidad cerebral o neuroplasticidad, entendida, según Kolb y cols. (2010), como la capacidad del sistema nervioso para cambiar su estructura y su funcionamiento a lo largo de su vida como reacción a la diversidad del entorno. Dicho de otra forma, la plasticidad cerebral permite al cerebro, y más concretamente a sus neuronas, realizar un proceso de regeneración tanto funcional como anatómico mediante el establecimiento de nuevas conexiones sinápticas. La estimulación o entrenamiento cognitivo tiene como objetivo el aumento en el número y consolidación de estas conexiones para obtener una mejora en el funcionamiento cerebral en términos de rapidez y eficacia de la transmisión de información.
La reserva cerebral es la capacidad que tiene el cerebro para tolerar las lesiones. Al incrementar la reserva cerebral los síntomas de déficits cognitivos retrasan su expresión y, por tanto, podría decirse que la reserva cognitiva se mantiene o incluso mejora. Técnicas como la estimulación cognitiva, experiencias personales como la educación, el estilo de vida o la actividad física y mental, así como los cambios a nivel neurobiológico influyen en su desarrollo y evolución.
¿Puedo aplicar la misma estimulación cognitiva a cada "cerebro"?
No porque cada cerebro es distinto, y por ello hay que adaptar siempre, a cada caso particular, cualquier intervención relacionada con la salud y bienestar mental, así como las técnicas y programas de estimulación cognitiva. Si las técnicas y programas no se adaptan a las capacidades funcionales de cada cerebro, hay riesgo de que o no funcionen o tengan un impacto subóptimo sobre el usuario o paciente.
Tal y como indica Pascual-Leone, los mecanismos plásticos del cerebro se encuentran asociados a la edad y, aunque todos los cerebros aparentan ser parecidos, su estructura básica cambia y los hace diferentes los unos de los otros. Por tanto, conocer las características específicas de cada cerebro resulta fundamental para comprender cómo se produce el desarrollo y evolución de las capacidades cognitivas a lo largo de todos los ciclos de la vida. Todos los humanos somos diferentes y es importante conocer estas diferencias a la hora de diseñar cualquier intervención.
¿Qué capacidades cognitivas pueden entrenarse?
En general existen técnicas y programas para entrenar directa o indirectamente las siguientes capacidades y habilidades cognitivas:
- Atención: capacidad de generar, seleccionar, dirigir y mantener un nivel de activación adecuado para procesar la información relevante.
- Percepción: codifica y coordina las diversas sensaciones elementales para darles un significado.
- Comprensión: capacidad de entender, analizar y reflexionar sobre la información que recibimos.
- Memoria: registra, almacena y elicita las distintas experiencias ya sean ideas, imágenes, acontecimientos, etc.
- Lenguaje: sistema de signos lingüísticos que nos permiten comunicarnos, tanto de forma oral como escrita.
- Velocidad de procesamiento: capacidad que establece la relación entre la ejecución cognitiva y el tiempo invertido. Permite procesar información de forma rápida y automática.
- Orientación: capacidad de ser consciente de uno mismo y del contexto en que nos encontramos, es decir, ser conscientes a nivel personal, tiempo y lugar.
- Razonamiento: capacidad para resolver problemas (solución de problemas), extraer conclusiones y aprender de manera consciente de los acontecimientos de manera que podamos establecer relaciones causales y lógicas.
- Aprendizaje: transformaciones relativamente estables en el comportamiento suscitadas por distintas experiencias que dan lugar a la adquisición de nuevos conocimientos y habilidades.
- Praxias: capacidad que tenemos para realizar movimientos voluntarios, intencionados y organizados para llevar a cabo un plan o alcanzar un objetivo.
- Gnosias: capacidad para reconocer información previamente aprendida a través de los sentidos.
- Control ejecutivo: actividades mentales complejas encargadas de integrar, organizar y coordinar el resto de capacidades cognitivas.
¿Quién puede beneficiarse de la estimulación cognitiva?
La estimulación cognitiva se está posicionando, cada vez más, como una forma de entrenamiento cerebral que entra dentro de las rutinas de las personas y les ayuda a enfrentarse adecuadamente a las demandas del entorno. Perfiles de todo tipo pueden beneficiarse de ella, desde niños y adolescentes hasta adultos, mayores y ancianos pueden beneficiarse de ella. Para ello, es importante adaptar la forma y el nivel de dificultad del entrenamiento y promover la motivación y autoeficacia de forma que se maximicen las posibilidades de mejora a nivel cognitivo.
Si se tienen en cuenta los objetivos y metas que cada persona se propone conseguir, se puede clasificar el perfil de población que puede beneficiarse de la estimulación cognitiva de la siguiente manera.
Actualmente existen talleres de estimulación cognitiva orientados a profesionales en los que se aprenden las diferentes actividades y ejercicios de estimulación cognitiva y cómo llevarlas a cabo. A continuación vemos un resumen de las poblaciones que pueden beneficiarse de estas técnicas para mejorar las capacidades mentales.
Entrenamiento cognitivo niños, adultos y ancianos
Objetivo: Mejora del desarrollo, mantenimiento cognitivo a un nivel normal o prevención del declive asociado a la edad.
- Niños y adolescentes (estimulación cognitiva para niños): En niños y adolescentes, todavía en pleno proceso de crecimiento y desarrollo, es fundamental que se encuentren en un entorno saludable, con una estimulación ambiental adecuada y una estimulación cognitiva y emocional acorde a su nivel de desarrollo. Todo ello permitirá mejorar sus procesos de aprendizaje y consolidar los conceptos produciéndose, de esta manera, una transferencia tanto en el rendimiento académico como en los desempeños de la vida diaria.
- Adultos, mayores y ancianos sin problemas de salud (estimulación cognitiva para adultos): Durante la edad adulta, más concretamente entre los 45-50 años, la agilidad mental comienza a disminuir y es posible que, si no se ejercita de manera adecuada, comience a producirse un declive cognitivo propio de la edad que se hace más evidente en la tercera edad. En este caso, la estimulación cognitiva irá orientada, principalmente, a personas con la intención de mejorar o mantener las capacidades a un buen nivel y fomentar un envejecimiento activo y saludable.
Entrenamiento cognitivo deportistas, estudiantes, fuerzas armadas, etc.
Objetivo: Conseguir un alto rendimiento cognitivo siempre por encima del nivel normal.
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Deportistas, ejecutivos, fuerzas armadas y otros profesionales: Al contrario de lo que muchas personas piensan, la estimulación cognitiva no necesariamente tienen que utilizarla personas que presenten alguna dificultad o declive. Cada vez son más los profesionales de distintos ámbitos que se interesan por mejorar su rendimiento laboral y hacer frente a las exigentes demandas a las que se encuentran expuestos entrenando su cerebro.
Rehabilitación cognitiva en patologías con deterioro
Objetivo: Recuperación del deterioro cognitivo asociado a enfermedades.
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Depresión, TDAH, demencia y otras patologías mentales: Existen determinadas patologías mentales que cursan con deterioro cognitivo como, por ejemplo, la depresión, TDAH, fibromialgia, patologías relacionadas con problemas de memoria como el Alzheimer o la demencia, entre otras muchas.. En estos casos, lo más recomendable es que, junto a la intervención terapéutica indicada, se ponga en marcha un programa de rehabilitación cognitiva de aquellas capacidades que hayan sufrido un declive o un deterioro procurando su recuperación o restablecimiento.
¿Cuáles son las técnicas de estimulación cognitiva más comunes?
En la actualidad existen variedad de técnicas y programas de estimulación cognitiva que pueden, según su metodología de trabajo, dividirse en dos grupos complementarios:
- Técnicas orientadas a utilizar y trabajar las capacidades cognitivas, como los cuadernos de ejercicios de estimulación cognitiva, los juegos de entrenamiento cerebral o programas online, o el neurofeedback clásico.
- Técnicas orientadas a mejorar el funcionamiento de las áreas cerebrales responsables de las capacidades cognitivas, la estimulación eléctrica funcional (neuroestimulación) o la neurotecnología (neurofeedback moderno).
Ahora veremos en detalle ambos grupos de técnicas, pero es importante señalar que en su elección y ajuste no sólo hay que tener en cuenta las características individuales de las personas que van hacer uso de ellas, sino también fijar con mucho cuidado un nivel de dificultad que les permita trabajar las capacidades cognitivas y funciones ejecutivas, y además los mantenga motivados con los ejercicios.
Si se trabajan tareas demasiado sencillas, las personas no tienen que movilizar más recursos de los que ya tienen automatizados para resolverlas, de forma que no se cumple el papel de la estimulación. Sin embargo, aplicar tareas excesivamente difíciles para personas que no están suficientemente preparadas y no disponen de los recursos cognitivos necesarios, se producirá situaciones de fracaso que pueden acabar afectando negativamente a la motivación, autoestima y autoeficacia.
Técnicas orientadas a utilizar y trabajar las capacidades cognitivas
Estas técnicas están divididas en un conjunto de acciones que se basan en realizar ejercicios en papel o en medios digitales. El objetivo es movilizar y utilizar el cerebro para resolver tareas haciendo uso de una o más capacidades cognitivas, y así crear más reserva cognitiva de las mismas. Aunque los ejercicios están orientados a trabajar una capacidad cognitivo específica, se necesitan utilizar y coordinar varias áreas cerebrales para resolverla. Es decir el foco está en la capacidad cognitiva y no en el área cerebral específica (intervienen varias áreas y cada persona puede utilizarlas de forma diferente).
Una forma clásica es a través de los cuadernos de estimulación cognitiva que trabajan las funciones ejecutivas y las capacidades cognitivas como memoria, atención, orientación, razonamiento, resolución de problemas, etc. y que se pueden adquirir en librerías o incluso se pueden descargar de internet. Existen cuadernos más generales que incluyen ejercicios de distintas capacidades y otros que únicamente trabajan una capacidad concreta como memoria o atención. También se pueden encontrar cuadernos más específicos que van orientados a una patología determinada como, por ejemplo, para la enfermedad de Alzheimer.
Otra forma de estimulación cognitiva, que en los últimos tiempos ha tenido un auge importante, son los conocidos como juegos de “entrenamiento cerebral” (o brain training), orientados al entrenamiento de diferentes funciones cognitivas mediante variedad de ejercicios como acertijos, problemas de lógica, sudokus, cálculo mental, etc. Estas aplicaciones, disponibles para móviles, ordenadores y tablets, permiten su utilización prácticamente por cualquier persona y en cualquier lugar y momento. Por esta razón su uso está muy extendido y son muy populares. Sin embargo, desde hace años no se libran de la crítica de la comunidad científica. La razón es porque, aunque permiten mejorar en las capacidades cognitivas que han sido trabajadas, no se consigue evidencia sobre su transferencia a tareas cognitivamente cercanas ni a tareas de la vida real (ver artículo en la revista Nature). Recientemente algunas de las empresas de este sector han recibido multas millonarias en Estados Unidos (ver artículo).
Por último, el neurofeedback clásico pretende que el usuario aprenda la tarea de autorregular su actividad cerebral. Esto se consigue implementando un modelo de los años 60, en el cual se proporciona al usuario un feedback basado en el estado de la actividad que hay que regular. El feedback suele ser algún medio audiovisual o juego, y la actividad cerebral alguna de las bandas de frecuencia como teta, alfa o alguna combinación de las mismas. Estas técnicas tienen implementaciones muy entretenidas y su uso está muy extendido en países como Estados Unidos. Sin embargo, aunque el modelo teórico del neurofeedback ha demostrado ser correcto y se ha utilizado con éxito en muchas aplicaciones, hay dos problemas básicos en su implementación clásica. Por un lado los equipos suelen ser de baja calidad (baja relación señal - ruido, SNR), lo que limita enormemente el tipo y calidad de la actividad cerebral a medir. En segundo lugar, sus implementaciones no tienen en cuenta la variabilidad inter- e intra-personal de la actividad cerebral (es decir, tratan todas las personas como si tuvieran la misma actividad cerebral y como si ésta no cambiará con el tiempo y/o estado cognitivo/emocional). Finalmente, se necesitan más estudios controlados aleatorizados sin intervención humana para entender mejor qué protocolos y en qué poblaciones son efectivos.
Técnicas orientadas a mejorar el funcionamiento de las áreas cerebrales
El objetivo de estas técnicas es modificar funcionalmente el cerebro por medio de un mecanismo de neuroplasticidad para mejorar el rendimiento cognitivo del usuario. Para estimular los mecanismos de neuroplasticidad, usualmente se utilizan corrientes eléctricas (estimulación eléctrica funcional) o procedimientos de aprendizaje dirigidos por cambios en la actividad cerebral objetivo (neurotecnología o neurofeedback moderno). Notar que en ambos casos, el foco está en modificar un tipo de actividad cerebral específica y no en la ejecución de una tarea (de hecho, el tipo de tarea no suele ser relvante).
La estimulación transcraneal de corriente continua (tDCS) es una técnica de estimulación cognitiva que, de momento y dado su novedad, sólo es administrada por profesionales. Se trata de un procedimiento invasivo y relativamente moderno basado en la aplicación de corrientes de baja intensidad directamente al cerebro. Actualmente ya se está indicando su uso médico y utilizando con éxito en algunas patologías relacionadas con daño cerebral. Sin embargo, en el terreno cognitivo, aunque se ha demostrado que esta técnica puede mejorar la capacidad de aprendizaje de tareas complejas como, por ejemplo, aprender a pilotar un avión (ver artículo), estudios recientes han obtenido resultados en los que no se encuentran mejoras sobre las capacidades cognitivas (ver artículo). No obstante, hoy en día se están realizando nuevos estudios para comprender mejor cómo funciona y qué efectos tiene esta controvertida técnica.
Por otro lado, también están surgiendo avances tecnológicos para la estimulación cognitiva que surgen de otras disciplinas como la neurotecnología o las interfaces cerebro computador. Se están desarrollando nuevas tecnologías (basadas en EEG) de medición de la actividad cerebral y modernos procedimientos de neurofeedback, con equipos muy fiables y que permiten individualizar las intervenciones a nivel de capacidad cerebral. De esta forma se conseguen cambios neuroplásticos cuantificables en los que se sustentan las mejoras cognitivas en capacidades como la atención sostenida, memoria de trabajo y velocidad de procesamiento (ver artículo). Aunque se han realizado estudios con resultados satisfactorios en población general para mejorar el rendimiento cognitivo (ver artículo) y en población clínica para el abordaje del deterioro cognitivo (ver artículo), actualmente se siguen realizando estudios de validación de este tipo de tecnologías destinadas a la estimulación cognitiva.
Una de las empresas que está explotando este tipo de avances es Bitbrain por medio de Elevvo, la neurotecnología para la mejora cognitiva.
Conclusiones
Es nuestra responsabilidad como científicos y tecnólogos desarrollar nuevas técnicas de estimulación cognitiva para potenciar el desarrollo de nuestros jóvenes y mejorar el bienestar cognitivo de nuestros mayores. Esto toma mayor importancia en una sociedad volcada con el físico, y donde lo cognitivo queda relegado y muchas veces estigmatizado.
Poco a poco la estimulación cognitiva se va abriendo camino como algo habitual dentro del día a día de las personas de todas las edades y todos los perfiles. La conciencia que va tomando la población sobre la importancia de cuidar su salud mental para evitar el declive cognitivo y mantener las capacidades cognitivas en un nivel óptimo hacen que técnicas como la estimulación cognitiva se desarrollen y se investiguen más en profundidad. Existen múltiples formas de entrenar nuestro cerebro y los beneficios que pueden conseguirse seguro que superan los costes del trabajo que requieren.
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